Maldición Gitana
Ha debido de ser ella, si aquella que llevaba el pelo recogido con una moña de azahar, la del delantal con lunares, si hombre, la del ramito de romero que me perseguía diciendo “cógelo mi arma que es gratis” . Esa mismamente a la que le dije que no, que yo era de aquí, que tenía prisa. Seguro que fue esa, la que me miro con los ojos bizcos y me lanzo sus maldiciones y todos sabemos que las condenaciones de esta raza tienen que superar el deseo y alcanzar el umbral de la codicia, si si, desear algo malo que te cagas para el oyente, y yo, la oí: “Ojalás que entre arbañilies te veas”. Un sudor frío recorrió mi cuerpo, me entraron tiritonas, mis dientes castañetearon y casi entro en cagaleras. Hay estaba un “ojalases” que es el tipo más común de maldiciones. También tenemos los “asines, marditos y caguen” tales como: - “asin se te cages patasabajo como zumo de aguacate” -“mardito tu y tu generación”, aquí hacen referencia a la familia. - “me caguen en tó lo que te rodea”, pudiendo