La maldición de los bichos
No se cual es el componente de mi sangre que tiene esa cualidad, ¿serán los hematocritos o tal vez el plasma sanguíneo?. Seguro que es la hemoglobina citoplasmática de mis eritrocitos, que con este nombre, fijo es culpable de convertir mi cuerpo en un imán para todo tipo de bichos, y no solo me refiero a los insectos, que también, sino a cualquier animalejo que podamos catalogar bajo este sustantivo. Es que no falla, debo ser de un sexi supino para ellos y no estoy exagerando. Si me siento en el jardín las hormigas me comen, las moscas hacen apuestas con avispas, abejas o cualquier otro insecto volador para ver quien será el primero en probarme y si por casualidad me dan una tregua, las lagartijas se acercan hasta el punto de subírseme en lo alto. Las mariposas suelen posarse de cuando en cuando sobre mi al igual que los pájaros, estos incluso se lanzan contra los cristales de mi casa queriendo entrar cuando están cerradas la ventanas. Dicen que las ratas huyen de la presencia huma