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Mostrando entradas de enero, 2011

¡¡300, toma ya, soy Leónidas!!

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 ¡¡ 300 , no me lo puedo “decreer”, somos 300 !! Como aquellos valientes hoplitas griegos de Leónidas en la batalla de las Termópilas. Aunque no tengo muy claro si he elegido una buena analogía.  Por un lado está claro que debieron ser algo más de 300, aunque los historiadores en este punto no se ponen muy de acuerdo, unos dicen que si 4000, otros que 6000, así que no nos pongamos tiquismiquis con quítame allí un hoplita y redondeemos en 300.  Por otra parte, no termino de aclararme muy bien si el rey de Esparta, el Leónidas este, era un lumbreras, estratega militar, valiente y combativo que con sus 300 aguerridos espartanos, defendió su tierra allá por el 480 a. C. de la invasión de los persas, o más bien, un arrogante, bocazas, fanfarrón y garrulo al que le gustaba salir en la foto y no sabia quedarse calladito.  Expongamos hechos:  Según cuentan los historiadores del siglo V el muchachote iba acompañado por tan pocos soldados ya que cuando el oráculo o correveidile de l

Saldando deudas, de gratitud

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Adeudo gratitud aplazada e impagada pero me pilló la cuesta de enero cargada de despiste a la que sumo, me culpa, el rubor, sofoco y turbación que provoca enarbolar premios otorgados a esta menda despistada. En enero una profe bien hablada me regaló una flor Anaranjada, aunque agradecí tímidamente hoy lo hago nuevamente. Ha salido en verso, lo siento no era mi intención, sólo buscaba Airama amiga, agradecer tu detalle con este gesto. Un caballero llegado de la Mancha decoró con oro esta casa, de nombre Javier Peralta a el no sólo le debo agradecer premio, también adeudo el descubrir en su blog Fotografías de Albacete  y  el encanto de una ciudad, pero visto desde sus ojos. Gracias amigo por eso. Ahora toca repartir la fortuna con 6 compañeros blogueros no me lo pienso y y empiezo: ...Acrobata...  A los buenos y los profanos   Alice se perdió  Como el Ave Fénix Vidas Secretas La cueva Bohemia  Allende los mares llegó una peruana con El mundo Alrededor  p

Pirata Patachula

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Para mi pirata que hoy cumple muchos años Mi pirata Patachula es de tierra adentro pero el salitre se instaló en su piel convirtiéndolo en bucanero. Con su vida en un petate y velamen al viento navegó 7 mares con sus respectivos océanos.  Fue capitán de argonautas, trotamundo aventurero, director de abordajes, corsario y bucanero. Mi pirata Patachula con su rosa de los vientos, puso rumbo al firmamento para observar estrellas en sextantes, trazar derivas con compases, surcar olas capeando temporales. Fue lobo solitario saqueador de fragatas y goletas, navegante parrandero y calavera. Mi pirata Patachula atacó mis naves, abarloando su barco salto al abordaje. Comenzamos la batalla midiendo nuestras fuerzas y cruzamos espadas a lo largo de cubierta. Dio certeros estoques con su locuaz verborrea y consiguió capitulación de esta pésima marinera. Mi pirata Patachula no necesita grilletes para hacerme su prisionera, recalar en mis naves, plantar sus tibias ondear su c

Ceguera Emocional

Buscó una coraza que le permitiera enfrentarse a la vida sin sufrir nuevamente y descubrió que mirar el mundo a través del visor de su cámara fotográfica le permitía captar fracciones de segundos de ella sin que esta pudiera dañarle.  Parapetado tras su escudo fue capaz de captar las lágrimas sin que su sal le salpicara y así añoranza, tristezas o nostalgias no tuvieron refugio en sus instantáneas. Capturaba paisajes en fracciones de segundos y pudo detener el tiempo. Congeló sonrisas en bocas ajenas sin escuchar su sonoridad ni percibir el sabor que dejan prendido a los labios al producirse. De esta forma fue encadenando días, con semanas y años que llenó con láminas inconexas dibujadas con luz, enterrando sentimientos, concentrado en técnicas y procedimientos para mejorar su trabajo.  La casualidad lo llevó aquel lugar en medio de la nada, un páramo perdido y cuando la noche comenzó a morder el día y convertir sus luces en sombras, decidió parar el coche. Se bajo para estirar l

Haití

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Hace un año un hálito gélido de desolación estrujó el corazón del mundo. 40 segundos en los que Destrucción decidió pasear por las calles de Puerto Príncipe. Tristemente no lo hizo sola, iba de la manos de funestos compañeros: Devastación, Ruina y Muerte. 365 días después Caos sigue jugando entre sus bulevares y avenidas decorados con veinte millones de metros cúbicos de escombros y aferrándose a las ajadas lonas convertidas en techos de aquellos que perdieron su hogar. La vileza humana asomó por estos lares y se instaló en bandas criminales que violan, matan y amenazan. La desdicha nunca viaja sola y a las 220.000 muertes oficiales de ayer se le suman las que el cólera produce hoy. ¿Dónde están las lágrimas derramadas por el mundo, qué sol las evaporó?… …Nuestros hombros, nuestras manos, todo el impulso precipitado, se han perdido entre los senderos del fraude. Timo, engaño,  gobiernos inoperantes o simplemente, miles intereses, con trasfondos económicos creados. Ay hermano!,

Sigo viva y hoy cumplo años, ¡otra vez a celebrar!

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No, no me he muerto, aunque aún me estoy recuperando. Confieso que la noche vieja del 2010 sigue pasando factura a este cuerpo, isleño sazonado con albero sevillano.  Las secuelas de recuerdo, nada grave o duradero, una voz de camionera, ojeras y unos kilos abrazados a mi cuerpo, rastros, pistas o señales  que demuestran los excesos. Cuando aún me hallaba varada en los lodos de la recuperación, tres vetustos   ancianos venidos de oriente me liaron, yo diría que embaucaron con promesas y oropeles para hacerme su ayudante. Me convertí en agregada, adjunta, secretaría personal o colaboradora,(eso dice mi tarjeta), mi cometido principal: darle de beber a los camellos. Un puesto de tal responsabilidad se presupone bien remunerado,  pero ya os digo yo que no, nanai, o lo que es lo mismo “na de ná”, no ha habido ni el más mínimo gesto. A la mañana siguiente he encontrado en mis zapatos un saquito de carbón y una nota que decía: ¡POR INSTIGADORA!, no entiendo muy bien la razón... Lo