¡Esto no es serio!
Bueno a ver si no ponemos de acuerdo señores sesudos y estudiosos apocalípticos, catastrofistas hecatómbicos porque esto no es serio. ¿Se acaba o no se acaba el mundo? A mi lo de predecirlo cada dos por tres me está empezando a olerme un poco a pitorreo. ¡Oye que no dais una! y no es por ser tiquismiquis o toca pelotas, que también, pero no se si os dais cuenta: ¡Habéis vuelto a patinar! Vuestros cálculos fallan más que un bizco borracho porque mira, si hago recuento a lo largo de mi corta vida ya he sobrevivido a: un fin del milenio destructor; un fin del mundo maya, que también se quedo en “ná” y luego quisisteis maquillar con aquello del cambio de ciclo, ¡Je, cambio de ciclo no!... Y este sábado ya para rematar el triplete he superado el día de Ragnarök y esto, esto, son palabras mayores, que estamos hablando del destino de los Dioses, pero no de unos dioses cualesquiera, ¡no señor! Los Dioses con mayúsculas los Æsir o Ases , para entendernos, los cabezas de