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Mostrando entradas de octubre, 2015

El rosa no es ¡ñoñería!, el rosa es: apetito de vida

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Nunca fui una chica rosa , desterré este color de mi vida desde muy temprana edad; si paseas por los recuerdos fotográficos de mi infancia no me encontrarás en casi ninguna vestida de este color, digo “casi” porque las que hay en blanco y negro no me dan la seguridad para ser rotunda, pero si tengo claro que en todos mis recuerdos de infancia no está presente este tinte. Durante mi pubertad no podía con el, la causa quizás fuera esa simiente indomable que ya había brotado en mi carácter y me encausaba a rebelarme contra lo convencional. Es que no podía con él, era el color que la sociedad le asignaba a “las chicas”desde su nacimiento; la bandera de las Barbie, de la ternura, de la inocencia; era el pigmento con el que se identificaba lo infantil, manso, cándido y yo, siempre fui más bien un “ chicazo ” insurrecto, proyecto de “Rebelde sin causa” que como buena adolescente, quería ser mayor, salvaje, misteriosa...  Esta fue la razón por la que llené mi armario de negros y morados y t