Alambres de Espinos


 


Llegaron y con sus alambres de espinos obsoletos y oxidados construyen nuevamente sus cárceles.

Para no verlas, no oírlas, sentirlas u olerlas.

Porque sobre ellas hacen recaer las culpas de sus pecados.

Flaquezas perversas afincadas en sus ojos, bocas y manos; 

en sus miradas sucias y mentes perversa.

Pecados malignos que únicamente anidan en sus almas y que quieren purgar en cuerpos ajenos, 

en cuerpos femeninos. 



Comentarios

Publicar un comentario

Tus palabras aportan vida a mi casa. Gracias por dedicarme tu tiempo
¡Ah! He liberado al Pato así que no te sientas obligado

Entradas populares de este blog

Alas Podridas

Una nueva vuelta al sol